Los medios de comunicación avanzan día a día. Lo que ocurrió en el año ’60 y una historia de vida de como se vivió en aquella época.
Radio
En la década del ’60, con la difusión masiva de la televisión, la radio se redefinió en sus funciones, horarios y públicos, orientándose más a la información y la música y menos a los espectáculos dramáticos. La radio se establece sólidamente en el horario de la mañana, franja a la que recurre una audiencia ávida de obtener noticias recientes de primera mano.
Aparecen nuevos programas como el Fontana show de Cacho Fontana y Rapidísimo de Héctor Larrea, este último en 1967, que marcarían el estándar del programa matutino de radio para las siguientes décadas.
Entre los musicales se destacó La cabalgata musical Gillette, la primera en emitir un tema de Los Beatles, denominados entonces «Los Escarabajos». Otras propuestas para la juventud eran Música en el aire o Escalera a la fama; mientras que el folklore encontró en Argentinísima de Julio Márbiz o El mundo de la guitarra de Antonio Carrizo, vehículos notables para su propia difusión.
En lo deportivo, nacen los programas de automovilismo Carburando de Andrés Rouco y Lisandro González Longhi, Campeones del camino de Carlos Legnani y Emoción en las rutas de Gañete Blasco – Pérez Trigas. En el fútbol hace su aparición como relator José María Muñoz.
Durante la dictadura autodenominada Revolución Argentina, de 1966 a 1973, con la generalización de la censura, se hizo habitual en el público argentino informarse a través de Radio Colonia, ubicada en la ciudad homónima de Uruguay pero con importante llegada a Argentina, volviéndose famoso su locutor Ariel Delgado y su eslogan acostumbrado: «Hay más informaciones para este boletín».
En 1969 Radio Porteña fue reemplazada en el dial por Continental, y al año siguiente Radio Libertad pasó a ser Del Plata.
Televisión
El 18 de abril de 1960 nació Canal 12 de Córdoba, la segunda televisora del país, primera en el interior y primera de carácter privado. En Buenos Aires, el 9 de junio del mismo año comenzó Canal 9, mientras que el 1º de octubre lo hizo Canal 13; más tarde, el 22 de julio de 1961 nació Canal 11, y en la vecina ciudad de La Plata, el 25 de junio de 1966, fue el turno de Canal 2. También fueron inaugurándose emisoras en diversas ciudades del país como Rosario, Córdoba, Mar del Plata, Bahía Blanca, Mendoza, etc.
Canal 9, de la Compañía Argentina de Televisión (Cadete) creada por los hermanos Lowe, profesionales del cine, no tuvo mucho éxito inicial y en 1963 pasó a manos de Alejandro Romay quien le dio un perfil popular, centrado en productos masivos. Canal 13, de Producciones Argentinas de Televisión (Proartel) dirigida por Goar Mestre, uno de los pioneros del medio a nivel latinoamericano, desarrolló un estilo de programación apuntado especialmente a la clase media. Canal 1 -luego llamado Teleonce-, de Difusión Contemporánea (Dicon) fundada por el sacerdote Héctor Grandinetti, promovía una televisión para toda la familia, siendo adquirido en 1970 por Héctor Ricardo García quien le dio una orientación más popular y periodística.
Los tres canales privados capitalinos tuvieron en sus comienzos un «padrino» estadounidense, como accionista y proveedor exclusivo de tecnología y contenidos: NBC de Canal 9, CBS del 13 y ABC del 11, relación que se extinguió con los años.
La década de 1960 fue la época de gran expansión del medio basada en una programación variada, en adelantos técnicos notables como la máquina Ampex que permitía la grabación en carreteles de cinta sin cortes, en la ofensiva publicitaria que desechó las placas estáticas y donde las propias emisoras comercializaban los segundos de aire a través de sus gerencias comerciales, y en una industria que crecía a su sombra y retroalimentaba su funcionamiento: revistas especializadas -Radiolandia, Antena, Canal TV, TV Guía- y mediciones de audiencia (rating). Estas últimas daban cuenta de los programas preferidos por el público: humorísticos como Felipe, Viendo a Biondi y Telecómicos; comedias como Dr. Cándido Pérez, señoras, La familia Falcón y La nena; telenovelas como El amor tiene cara de mujer y Cuatro hombres para Eva; además de series de acción y comedias norteamericanas: El fugitivo, Bonanza, Combate, Ruta 66, La caldera del diablo, Yo quiero a Lucy, Los tres chiflados, El show de Dick Van Dyke, Disneylandia, Lassie, Rin Tin Tin, etc.
En 1960 había hecho su aparición en pantalla Tato Bores, un actor clásico del humor político que mantendría su vigencia hasta los años ’90, con interrupciones impuestas por la censura de diferentes gobiernos.
Aparecieron también programas destinados a segmentos particulares de la audiencia: infantiles como Titanes en el ring, El Capitán Piluso y El flequillo de Balá; juveniles como El club del clan y Escala musical; femeninos como Buenas tardes, mucho gusto.
Los fines de semana tenían gran impacto receptivo los programas de larga duración en vivo, conocidos como ómnibus: el pionero Sábados circulares, Sábados continuados, Sábados de la bondad y Domingos de mi ciudad, luego convertido en Feliz domingo para la juventud.
Paralelamente los canales del interior comenzaron a incorporar las máquinas grabadoras, retransmitiendo la programación de Capital Federal en diferido. La escasa calidad de la señal más allá de los 60 kilómetros de las antenas emisoras llevó a la instalación de repetidoras, además de la creación de los primeros circuitos cerrados en diversas localidades, naciendo la televisión por cable.
La década cerró con la cobertura de la llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969, la inauguración de la primera estación de comunicaciones vía satélite en Balcarce el 20 de septiembre, y el éxito de programas hoy ya clásicos, como Los Campanelli, Telenoche, Almorzando con Mirtha Legrand y La campana de cristal.
Temas a tratar:
Datos del entrevistado
Radio y televisión
Consumo de medios
Influencia de los medios
Programas televisivos y radiales
La política y los medios
Informe de entrevista a Osvaldo Natalio
Osvaldo Natalio nació el 28 de Julio de 1945, en la localidad de Villalonga, lugar donde nació, se crio, y formó una familia. Desde su juventud hasta el día de hoy se dedica al servicio técnico de televisores y radios, por lo que sentimos que su opinión acerca de los medios de comunicación debe ser tenida en cuenta.
La familia de Osvaldo adquirió su primer televisor en 1965, cuando él tenía 20 años. Fue en ese año que este medio audiovisual se popularizó en el pueblo. Natalio lo describió como: “Un aparato a válvula, blanco y negro con una antena exterior grande. Para ese momento existían dos canales: El siete y el nueve de Bahía Blanca. Todavía no existía el servicio de cable”
En cuanto a la radio, está ya formaba parte de su vida, y con su familia la escuchaban cuando se aproximaban los boletines o cuando había alguna novela.
Con respecto a la televisión, Osvaldo nos comentó que este servicio revolucionó la localidad por su condición audiovisual y su instantaneidad dada por el directo. “Los vecinos del barrio nos reuníamos en la casa de quien tenía un televisor para ver peleas de boxeo importantes o algún partido de fútbol. El que tenía uno, en ese momento, era un privilegiado”, nos dijo.
Remontándonos a esa época le preguntamos qué programas estaban de moda y nos respondió: “en la radio: Las novelas de Javier Rizzo en LU2 y Mario Maurett en LU3. En la tv: programas cómicos de Masera, «Feliz Domingo», programas de preguntas de Cacho Fontana.
En cuanto a los noticieros, los radiales, eran de mañana; los daba Adolfo Orden y los de la tv eran de Canal 9. En estos se hacían reportajes, y los periodistas contaban la noticia mientras se mostraban imágenes”.
La audiencia de aquella época era muy distinta a la de la actualidad, era más bien un público pasivo. Solo podían comunicarse a través de mensajes telefónicos o de vez en cuando participar en programas de concursos. Lo más habitual era pedir determinado tema al locutor de la radio.
Le preguntamos a Osvaldo como se informa día a día, y nos dijo: “Escucho el boletín de las 6 y las 9am en LU2 y después Radio Mitre con Jorge Lanata o continental con Alfredo Bravo y Nelson Castro. A la tarde escucho LU2 y Radio Viedma y por la noche miro la tv”
En lo que respecta a la política y los medios pudimos observar que no se realizaban cadenas nacionales tan frecuentemente como en la actualidad. Solo para anunciar algún cambio en el rumbo de la economía, de funcionarios, etc.
Refiriéndose al golpe de Estado de 1966 Natalio, comentó que: “ese hecho lo mostraron como primicia, y todos estábamos preocupados y a la expectativa de más información”
Gullaci Karina, Podepiora Valentina, Schmidt Juliana y Natalio Fabiola