Los alumnos de segundo año del ISCCS salieron a la calle a preguntar: Pandemia ¿Por qué a la mayoría de los bahienses les cambió la vida?

Una visión es que las autoridades pretendieron infundir miedo en la sociedad, así como otra, más escéptica, sostiene que el coronavirus no existe. Y una diferente insiste en que hay que ser responsables con los cuidados porque, aún, la crisis sanitaria no finalizó.

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“Nos quisieron generar miedo para salir a la calle; no nos dejaban trabajar y no podíamos ver a nuestra familia. El Gobierno se aprovechó de eso”.

Esta es una de las opiniones expresadas -de una mujer, en calles del centro bahiense- a un grupo de alumnos de segundo año de la materia Periodismo Gráfico del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social.

“El coronavirus cambió muchas cosas. Trabajo en la calle y no pude hacerlo durante mucho tiempo; hubo que rebuscárselas. Además, la ayuda del Gobierno llegó tarde”, añadió un hombre de mediana edad.

“La pandemia no terminó. Lo que está pasando es que, con la vacunación, pudimos frenar los efectos del virus”, añadió un grupo de estudiantes, consultado en las afueras del Instituto Juan XXIII.

Sin embargo, los mayores de 60 años se mostraron más abiertos a participar del relevamiento y, además, alegaron que la pandemia no terminó.

“Hay que ser responsables, seguir utilizando el barbijo y mantener el distanciamiento social”, aseguró una mujer.

¿Algo positivo? Respuestas en este sentido fueron: “Hubo más tiempo para uno; para pensar. Aprendí cosas nuevas y pude armar proyectos novedosos”, señaló una joven.

“Uno se cuida más. No se comparte el mate y no se saluda a la gente como antes. Y el alcohol en gel volvió a ser un accesorio diario”, añadió.

Otras voces coincidentes tampoco dieron por terminada la circulación del virus. Sin embargo, Mabel, de 75 años, dijo: “Desde hace rato vivimos como antes”.

¿Qué pandemia?

“La pandemia no finalizó. Ni siquiera empezó, porque el virus no existe”, dijo una joven —de 30 años— consultada acerca del COVID-19.

Este, y otros argumentos, mayoritariamente entre los jóvenes, se basaron en haberse impuesto el miedo —dicen— desde los medios de comunicación.

“La pandemia fue de mentira. Viajé a todos lados y me di cuenta que directamente ni empezó”, explicó un joven de 25 años.

“Hubo otras personas que no le dieron ni cinco de pelota (sic)”, agregó.

“Los adultos pasan mucho tiempo en las redes sociales y, a diferencia de nuestra generación, no saben distinguir entre conspiraciones sin sentido y evidencia científica sobre un tema muy serio”, declaró —mientras tanto— una adolescente de 16 años.

Con eventuales rechazos para ser entrevistados, la mayoría de los vecinos contestó que no hay que seguir preguntándole estos temas a la gente.

“También hay que dejar de vacunarse, ya que nos ponen microchips”

argumentó un joven de 27 años.