Hoy en día, la idea del uso de la bicicleta como medio de transporte en la ciudad y no solo como una actividad recreativa no se trata de una temática que cause sorpresa alguna, dada la normalidad con la que presenciamos su empleo en las calles de Bahía Blanca

Pero no siempre fue así. Este fenómeno que se ha afianzado en el tránsito urbano ha ido creciendo cada vez más con los años, y a su vez, ha marcado un cambio en los caminos. Por ejemplo, se han creado y diseñado redes de ciclovías en las calles, destinadas únicamente a usuarios de la bicicleta. Estas ciclovías se encuentran separadas del tránsito vehicular  y fueron diseñadas con el objetivo de garantizar un viaje seguro y rápido al ciclista. 

Por otro lado, es importante reconocer los riesgos a los que se enfrentan los ciclistas, investigar de qué formas se pueden combatir estas dificultades e indagar en las diferentes propuestas de parte del municipio u organizaciones que buscan fomentar el uso de las bicicletas y otros ciclos en Bahía Blanca.

Foto de Pedália.

Por medio de un informe se busca responder estos interrogantes, el cual cuenta con la palabra del entrevistado Horacio Varela, ciudadano ciclista, encargado del diseño de ciclovías para la ciudad y profesor de la UTN. Además, se entrevistó gente en la calle, buscando diferentes puntos de vista que pudieran ser analizados y compartidos.

Entre las principales preguntas que interpelan este informe se encuentra el por que de este crecimiento del ciclismo tan profundo en nuestra sociedad. Ante esta duda, la respuesta de Varela enfatizó en la importancia de la instalación del concepto de las ciclovías, argumentando que, a pesar de que la red no complete toda la ciudad, ha instaurado mayor seguridad en los usuarios. Por otro lado, entre las principales respuestas por parte de la gente con la que se dialogo en la calle, se encontraron las alternativas económicas frente al gasto de combustible y la adopción de prácticas más sostenibles y saludables como motivos para el aumento del uso de este tipo de medio de transporte.

Con respecto a las dificultades a las que se enfrentan los ciclistas en la cotidianidad, la mayoría de los entrevistados llegaron a un punto en común. «Participar del tránsito es bastante complejo», explicó Varela, quien detalló que la seguridad es uno de los principales desafíos a enfrentar por parte de los ciclistas, además de afirmar que las calles se encuentran saturadas debido a la gran cantidad de autos, que no coincide con la cifra de calles. «Las horas pico y las zonas de escuela son difíciles», agregó otro de los entrevistados, complementando a lo dicho anteriormente por Horacio. Otros, enfatizaron en la mejora de la infraestructura. «El estado de las calles es riesgoso», fue otro de los comentarios recibidos por una mujer, quien usa su bicicleta como medio de transporte.

Frente a las opciones disponibles para mejorar los obstáculos que impiden o dificultan la seguridad de los usuarios, las respuestas recibidas coincidieron en la necesidad de una mejora en las ciclovías. «Necesitamos hacer ciclovías más seguras que estén fuera de la calzada, en lugares donde el auto no pueda acceder», manifestó nuevamente el profesor de la UTN. «Hay ciclovías en lugares específicos, pero la ciudad es muy grande», fue otro de los discursos escuchados, el cual se alinea con las ideas de Varela con respecto a una mayor implementación de carriles de bicicletas. 

Las bicicletas, además de servir como medio de transporte, también cuenta con muchas ventajas. Por ejemplo, al no producir emisiones de gases, ayuda a reducir la contaminación ambiental, lo que la postula como la principal alternativa ecológica. A su vez, ayuda a reducir el ruido urbano y los beneficios para la salud física y mental resultan imposibles de ignorar. La reducción de estrés y ansiedad, así como también el fortalecimiento del sistema inmunológico son virtudes brindadas por el desplazamiento en este tipo de medio de transporte. Es por eso que, de parte del municipio u organizaciones, se fomenta el uso de la misma a través de diferentes políticas. A menudo se puede ver la iniciativa de paseos recreativos para incentivar su uso. También, se puede apreciar la implementación de la «Semana de la Movilidad Sustentable», un evento que busca promover el cambio de comportamiento a favor de la movilidad activa, el transporte público y otras soluciones de transporte limpias e inteligentes. A su vez, tiene el objetivo de concientizar acerca de la contaminación y el tráfico, así como también promover el cuidado del medio ambiente y la ciudad.

En conclusión, el crecimiento del ciclismo como medio de transporte se trata de una nueva realidad que llegó para quedarse y seguir creciendo, reflejando un cambio cultural significativo hacia prácticas de movilidad más sostenibles, saludables y accesibles. Si bien nos encontramos frente a diferentes opciones y políticas destinadas a fomentar y mejorar el uso de la bicicleta en la ciudad, aún queda un largo camino por recorrer, donde se requiere de una mayor concientización por parte de usuarios de transporte, así como también una mejora en la infraestructura vial para consolidar el ciclismo como un pilar del transporte urbano.

Por Abril Álvarez.