A sus 61 años y a pesar de no contar con ningún estudio, Ravanal nos habló de como
encontró un nuevo hogar en Bahía Blanca, demostrándonos que la pasión por el arte
y el esfuerzo por sacar adelante a su familia puede llevar a logros extraordinarios.
Joel llego a Bahía Blanca en 1986.Vive en Villa Miramar hace 30 años, tiene mujer, hijos y
nietos.
Él se autodenomina como la oveja negra de la familia. “Mi papá siempre me decía que
estudié”. Nos contó que todos estudiaron menos él. Al crecer y entender que no hacía nada
sin una formación decidió irse de Chile. Pero algo que siempre mantuvo él fue que los
principios te quedan: “a mí me enseñaron una conducta, no sé si por tener papas militares o
qué”.
Si bien siempre trabajo en la venta ambulante, nos contó que tuvo que empezar a hacer
trabajos de soldadura ya que no le alcanzaba para todo el mes.
“Te miento si te digo que vivimos de esto, ahora vendo menos”, “es muy raro que pasen y
compren, vendo porque tengo muchos clientes que me conocen y por ahí les hago precio”.
Fue lo que nos dijo luego de preguntarle sobre la crisis que atraviesa el país.
En esta nota no solo nos conto sobre su situación actual, sino también lo difícil que fue poder
entrar a trabajar al centro y a la vía pública. Ya que tener un permiso legal era difícil y más
en la época donde llego, debido a los conflictos que se atravesaban. Hoy en día paga sus
impuestos para poder seguir trabajando en ese lugar y costea un monotributo social porque
no puede pagar otro.
Debido a este monotributo en pandemia no recibió ninguna ayuda por parte del gobierno. Y
por si fuera poco los trabajadores ambulantes tuvieron que pagar, pero no podían trabajar.
Mientras que quienes tenían locales comerciales, durante tres meses no debieron pagar
nada.
“Lo que mas me dolió fue que a pibes de 18 años le daban diez lucas y a mi que realmente
precisaba esa plata, no me la dieron”. Refiriéndose al duro momento que paso durante el
virus de 2020, donde tuvieron que sobrevivir con $10.000 que había recibido uno de sus
hijos.
“Me vine a una de las ciudades mas difíciles, que es Bahía Blanca”. Joel dijo que desde un
principio vino con el objetivo de valerse y como un desafío, ya que en su familia era todos
militares.
Con todos los desafíos que tenía, logro crear una escultura que estuvo cinco meses en el
museo Bellas Artes y MAC, ubicado en Sarmiento 450. Y en la actualidad se encuentra en el
museo de Ferrowhite. La obra se llama Eliud “el depredador”. Tiene 3 metros y esta hecha
con hierro reciclado. Además, nos contó que se animó a hacer una escultura porque siempre
le gusto hacer soldaduras.
Si bien hacer una escultura le dio reconocimiento y no era un vendedor ambulante
cualquiera, no siguió realizando obras, ya que no le brindaron nada de ayuda para la
realización de la escultura expuesta en el museo.
Al haber tenido ese reconocimiento había logrado obtener un permiso para guardar la
mercadería en la municipalidad. Pero luego de cambiar el gobierno se lo sacaron.
En la actualidad cuenta con un carro que el mismo construyo y una moto donde puede
engancharlo y así trasladarlo de un lado a otro. Trabaja ocho horas al día y se encuentra
ubicado en la calle Belgrano frente a la cooperativa obrera.