Son pocas las series que han logrado enseñar el caos familiar con un humor negro y una sensibilidad capaces de captar la atencion y el cariño del televidente. Es por eso que Shameless (US) es tan querida y controversial para el público que la rodea.

Shameless (US) es una adaptación de la serie británica del mismo nombre. Fue estrenada en 2011 y protagonizada por William H. Macy y Emmy Rossum. Ambientada en los barrios más humildes de Chicago, esta serie narra la historia de los Gallaghers, una familia disfuncional que lucha por mejorar su situación, a pesar de lidiar con un padre alcohólico y una madre ausente.

La serie de comedia dramática comienza introduciéndonos a los protagonistas y sus roles en la familia: en primer lugar, tenemos a Frank Gallagher, padre de familia, quien la mayoría del tiempo está ausente, con una personalidad autodestructiva y egoísta a causa de su adicción. Luego tenemos a Fiona, hija mayor y, podría decirse, madre de sus hermanos menores desde que tiene conciencia. Lip es el siguiente en la lista, hermano adolescente que también suele cumplir con un rol parental hacia sus hermanos, aunque no tanto como Fiona. Lip es extremadamente inteligente y siempre busca la forma de ingeniárselas para conseguir el dinero que la familia necesita, ya sea de forma legal o no. Ian, su hermano de edad aproximada, es quien suele acompañarlo en sus ocurrencias. Luego tenemos a Debbie y a Carl, de aproximadamente 9 y 8 años al comienzo de la serie. Aunque aún son pequeños, son conscientes de la realidad en la que viven y, por momentos, podemos confundirlos con adultos debido a su forma de actuar junto a sus decisiones claras y maduras, sobre todo a Debbie. Sin embargo, no dejan de ser niños y a menudo actúan de forma impulsiva e infantil. Por último, tenemos a Liam, el bebe de la familia, de aproximadamente un año al comienzo de la serie. Este, lógicamente no cumple ningún rol importante hasta que sea mayor, pero desde el comienzo podemos apreciar el vínculo especial que tiene con su hermana mayor, Fiona.

Si bien la serie se define a sí misma como una comedia dramática, y a simple vista podemos deducir que se trata sobre una familia disfuncional de escasos recursos, este show abarca mucho más de lo que se imagina: desde la pobreza y las adicciones, hasta el embarazo adolescente y las enfermedades de salud mental. Si se quisiera, los factores disponibles para analizar son montones. La serie hace una crítica social de cómo afecta a los hijos las decisiones de los padres, como el sistema está diseñado para que los pobres no asciendan y la forma en la que se las tienen que ingeniar para sobrevivir sin ningún tipo de ayuda. Muestra la dificultad de romper el ciclo de adicciones y así también, las falencias que tiene el sistema de salud y los servicios sociales. Se trata de una serie que busca retratar la realidad de estas familias, sin suavizarla ni idealizarla. Esto último ha llevado a varios debates por parte del público, estando presentes quienes opinan que es una buena representación, sin olvidar que se trata de una serie de televisión, y quienes creen que la representación de este tipo de vida no es acertada ni debería tacharsela de adecuada.

Teniendo en cuenta que Shameless es una serie de televisión, creada con el fin de entretener al público, considero que la representación que se muestra en las primeras temporadas puede llegar a ser lo suficiente oportuna: lo demuestra con sus diálogos y la crudeza de estos, la forma de actuar de los personajes, de forma impulsiva y autodestructiva, la dependencia emocional y la desconfianza a las segundas oportunidades. Cada uno de estos comportamientos y acciones por parte de los protagonistas, bajo un contexto específico, cobran sentido y muestran la contraria del «sueño americano». 

Si bien hable del humor negro que utiliza Shameless en sus 11 temporadas, es necesario aclarar que este no suaviza las tragedias, sino que muestra como los personajes sobreviven a situaciones injustas o ingratas. El punto fuerte de la serie podría definirse en su asombrosa capacidad de mezclar de forma casi perfecta el humor con las situaciones tristes que les toca atravesar a los protagonistas. 

A pesar de tratarse de una serie increíble en sus primeras temporadas, con los años empiezan a perder fuerza y repetir patrones anteriores. Sin embargo, se trata de una progresión que incomoda, entretiene y conmueve al público en cada una de sus temporadas, con un lenguaje que puede llegar a ser vulgar y escenas explícitas.