Luego de la ola de acusaciones de abuso sexual hacia grandes personalidades, es pertinente reflexionar. Películas memorables, libros que marcan la vida o canciones que marcaron la historia, ensuciadas por los actos de sus creadores. ¿Es posible separar lo uno de lo otro?
La gran cantidad de denuncias de abuso sexual contra las estrellas de Hollywood y el mundo, se volvieron parte de lo cotidiano en las secciones de espectáculos de muchos medios del mundo.
Sin lugar a dudas el avance del feminismo y las luchas por los derechos tienen una gran responsabilidad en el freno a las violencias sexuales que, en el ámbito del arte, pusieron punto final a la carrera de muchos artistas.
Se puede juzgar de manera distinta la obra y las acciones del artista, y tal vez ayude en el caso de artista que ya fallecieron, pero no solucione el problema de fondo: ¿Cómo debemos actuar en relación a nuestros contemporáneos? ¿Debemos dejar de comprar sus libros, pinturas, música o películas? ¿Les damos premios o les quitamos los que tienen?
Un detalle importante es que todos los artistas construyen pensamiento, generan conciencia e influyen en la ideología de quienes los siguen. Y no todos quienes los escuchan, leen o miran sus películas están en condiciones de no sucumbir ante sus modelos de pensar o actuar.
No podemos zafarnos de la obligación de reflexionar antes de consumir productos que abonara a la fama del agresor, si es correcto que apoyemos su trabajo y qué consecuencias tiene nuestro apoyo. Es papel de cada una pensar su respuesta
Publicado por Rodrigo Mercado