Aunque la Cámara de Diputadxs haya votado en unanimidad para realizar reformas a la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral siguen apareciendo formas de manifestación en contra de que esta ley siga existiendo y que se aplique de parte de los grupos más conservadores de la sociedad.
En menos de un mes, el 23 de Octubre de este año, se cumplirán 12 años de la sanción de la Ley de Educación Sexual Integral en Argentina. Ya 12 años y, sin embargo, esta ley nunca se vio aplicada en su totalidad. Los grupos conservadores que optan por poner sus creencias religiosas por delante de la salud pública hicieron de la Educación Sexual un calvario para los y las maestrxs que quisieron aplicarlas en su momento e incluso ahora.
Este año el país dio un enorme paso, el de poder llevar al Congreso una discusión que involucra a todas las mujeres y cuerpos gestantes de Argentina, el debate por el aborto seguro, legal y gratuito. Entre el 8 y el 9 de Agosto las personas que vimos el debate por los medios e incluso aquellas que estuvieron en la puerta del Congreso velando toda la noche y madrugada, notamos que, cada vez, la idea de que saliera esta ley parecía más lejana. Los y las senadorxs que mostraban su oposición a este proyecto utilizaban un argumento que, si bien no era lo que se pedía, simbolizaba un avance en el terreno de la salud pública.
Lejos de dejar decidir a las mujeres y cuerpos gestantes sobre sus vidas, los y las opositorxs dijeron que los abortos clandestinos se combatían no legalizándolos, sino con una educación sexual desde un primer momento.
Finalmente la ley no salió, la mayoría de lxs presentes optaron porque no era la mejor alternativa.
De todas formas, todxs oímos de las bocas de lxs opositorxs palabras que parecían irreales pero era lo único que nos quedaba, “esto se tiene que solucionar con educación sexual”.
A casi dos meses de el debate por un aborto legal nos damos cuenta de que esas palabras fueron tan falsas como sonaron en su momento. Las personas de la oposición ahora intentan argumentar la necesidad de una ley de educación sexual que eduque desde el amor y no desde la salud. Y aquellas personas que lucharon por un aborto legal hace algunos meses, ahora comenzarán a luchar porque la educación sexual se convierta en una ley de orden público, lo que significa que su aplicación será obligatoria en todos los colegios, ya sean de gestión estatal o privada. Entre los puntos más importantes de la reforma se busca lograr que los contenidos curriculares sean “laicos y científicos” y que se elimine la posibilidad de que cada escuela los adapte para que coincida con sus ideologías, de este modo cada estudiante recibirá la información de la forma más objetiva y exacta posible, apartando cualquier tipo de pensamiento religioso.
De momento solo queda esperar el momento de ver si se permiten las reformas a la ley y si aun así siguen existiendo esos obstáculos que hicieron imposible su aplicación en las escuelas en la última década. Si hay algo que debemos entender es que esto es un asunto de salud pública y que no debe ser tomado como un juego, esta en el derecho de cada niño, niña y adolescente tener conocimientos en la materia para poder tener una vida plena y sana.
Ninguna iglesia ni religión debería tener el poder de influir en la educación de ningún niño, niña o adolescente, ni mucho menos en la forma negativa que intentan imponer. Son totalmente imprudentes y desinformativos los argumentos que estuvieron saliendo a la luz en los últimos días, en especial el caso del audio anónimo diciendo que en los colegios iban a obligar a los y las chicxs a desnudarse y masturbarse en frente de los y las docentes, locura que tuvo que ser desmentida por la Secretaría de Innovación y Calidad Educativa del Ministerio de Educación.
Autor; Luciano Viale.