Cuando tenía 18 años tuve la posibilidad de hacer un viaje con mi mamá, mi abuela y mi prima en el que logramos cumplir nuestros sueños. Al principio fue bastante extraño, no lo podíamos creer, cuando la amiga de mi abuela nos llamó, invitándonos a la gran despedida de su propio hijo, quien fue un jugador profesional de un club muy importante y querido por todos los platenses.
Llegando a Buenos Aires en colectivo después de 8 horas de viaje. Estaba muy cansado, ni siquiera pude dormir porque los asientos eran bastantes incómodos, mi prima tampoco podía dormir, estábamos muy emocionados por llegar por eso no las pasamos charlando todo el viaje. Recién llegados, nos instalamos en el departamento de la amiga de nuestra abuela y de ahí nos fuimos al Más Monumental donde tuvimos la posibilidad de conocer la cancha y el museo de nuestro equipo favorito, en realidad la cancha no la pudimos ver porque estaban montando el escenario de Coldplay, ya que era su primera vez dando un show en Argentina.
Fue hermoso ver la toda la escenografía montada hasta los vimos practicando vocalizando. Después nos volvimos a casa, y decidimos tomarnos el bus turístico donde paseamos por toda la ciudad, contemplando todas las estructuras o edificios importantes de la capital. Tomamos un helado y nos dirigimos caminando por el centro hasta llegar al camino de la Boca, recorriendo la cancha y el museo de la Bombonera, en realidad la cancha no la pude conocer porque tenía que ser socio para poder entrar.
Luego pasaron los días y llego la gran despedida de nuestro amigo, donde hubo un montón de invitados famosos, incluyendo jugadores de futbol que eran sus amigos y compañeros en su momento del club donde jugaba y se profesionalizaba. Lo que más me impresiono fue ver a una modelo muy reconocida del ambiente cultural que incluso era la amiga de la novia de nuestro amigo, ella era Ailén Bechara, pero no se medio por sacarme una foto con ella, si hubiera estado pampita lo hubiera hecho, pero si no, no.
Al día siguiente hicieron un partido de futbol en conmemoración a la gran despedida de Gastón Fernández más bien conocido como la Gata, donde tuve la oportunidad una vez más de viajar y visitar a la ciudad de la Plata, conociendo el famoso estadio de Estudiantes de la Plata. Nos pusieron en la última fila, pero bueno, tuvimos la posibilidad de conocer la cancha y a los jugadores que iban a jugar, yo creo que fue una gran oportunidad más haya de como haya sido el resultado la pasamos increíble, lo único que me faltaba conocer era el obelisco de Buenos Aires, pero tarde o temprano lo iba a poder ver y presenciar.
Volviendo al departamento después del partido de futbol, nos llevo el amigo del ex jugador y de ahí se me dio la oportunidad de conocer por fin el obelisco, que para mi era la principal parte más importante de la capital. Por último, pude conocer el chato Libertador donde vive la famosa influencer y modelo Wanda Nara, fue bastante emocionante a verlo conocido lastima que no estaba porque sino me hubiera sacado una foto con ella en su momento.
Con el paso de los días, al mirar atrás, me di cuenta de que aquel viaje no solo había sido una aventura llena de descubrimientos, sino también un viaje de emociones y aprendizajes. Cada momento quedó grabado en mi memoria, desde la emoción de conocer estadios icónicos hasta la sorpresa de encontrarme rodeado de figuras del fútbol y la cultura.
El regreso a Bahía Blanca trajo consigo una mezcla de sensaciones: la felicidad de haber cumplido sueños, pero también esa nostalgia que llega cuando sabes que una etapa increíble ha llegado a su fin. Aún con la incomodidad de la insolación en el cuello, sabía que ese pequeño contratiempo no podía opacar todo lo vivido.
Mirando por la ventana del colectivo mientras la ciudad se alejaba en el horizonte, me di cuenta de que los viajes no solo se tratan de los lugares que conocemos, sino de las emociones que nos marcan y de las historias que nos llevamos con nosotros. Habíamos recorrido estadios, avenidas y barrios emblemáticos; habíamos compartido momentos inolvidables y conocido figuras admiradas. Pero lo más valioso de todo era el recuerdo de haberlo vivido juntos, de haber compartido cada instante con mi mamá, mi abuela y mi prima, convirtiendo cada experiencia en algo aún más especial.
Nunca olvides que los sueños y las metas tarde o temprano llegan, cuanto más las ansias y las emociones te jueguen en contra nunca vas a poder vivir cada momento mágico con las personas hermosas que te rodean. Este capitulo fue mi historia y que siempre marcara mi vida por siempre, pero esto no se trata solo de mí, sino de todos ustedes porque también entiendo que esto no me pasa solo a mí, sino que le pasa a todo el mundo.
Yo se que tarde o temprano las cosas vuelven a suceder y que el tiempo todo lo cura, todavía quedan muchos sueños por cumplir como conocer a algún día a TINI, poder convertirme en periodista y poder trabajar para Lam, dejar todo y irme a vivir a Buenos Aires, además de convertirme en famoso de que toda la gente crea en mi y en mis palabras claras y concisas y que también crean en mi que van a encontrar el respeto por lo demás y el cuidado de la información exacta.