El pasado 13 de septiembre, el Equipo del Programa de Personas Mayores de la Región Sanitaria I ofreció una capacitación gratuita en el Instituto Superior de la Bahía y Comunicación. El evento se centró en la nutrición y las alteraciones físicas en personas mayores y desafió los mitos que rodean a esta etapa de la vida.
Angelina Protsman y Valentina Chávez (Gráfica II, Periodismo)
Aunque el envejecimiento es un proceso natural de la vida que merece ser abordado con respeto y comprensión, la sociedad está llena de mitos y tabúes que desdibujan la realidad de las personas mayores, llevándolas a ser vistas como frágiles o incapaces.
Por ello, con el objetivo de brindar herramientas para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, el pasado viernes 13 de septiembre, el Equipo del Programa de Personas Mayores de la Región Sanitaria I llevó a cabo una capacitación en el Instituto Superior de la Bahía y Comunicación, bajo el lema «Cuidar a quienes nos cuidan».
La actividad fue gratuita y dirigida a acompañantes terapéuticos, estudiantes de dicha carrera, profesionales de la salud y público interesado.
Compartieron sus conocimientos la licenciada Julieta Pasquini (Nutrición), la licenciada Melina Iommi y la licenciada Mónica Arancibia (Kinesióloga).
Durante el evento se focalizaron en dos ejes temáticos principales: nutrición y alteraciones físicas.
En principio, las profesionales coincidieron en que hay muchos tabúes sobre la vejez, por ejemplo, creer que es una etapa de la vida en la que “todo está perdido” y que se llega con depresión o con poca energía.
Señalaron que para desterrar mitos y saber cómo cuidar a quienes, alguna vez, nos cuidaron es fundamental conocer las necesidades reales de los adultos.
Respecto a la alimentación en personas mayores la Licenciada Julieta Pasquini expresó que “necesitan atención y los procesos de recuperación y mejoramiento son muy lentos”.
Además, reconoció tres tipos de hambre frecuente: “el que se siente en la panza, después de cuatro horas sin comer: el hambre por placer, que aparece cuando comemos cosas que nos gustan; y el hambre de los sentimientos, que pasa por nuestro estado de ánimo”.
También mencionó las principales deficiencias que aparecen a medida que envejecemos, como la alteración en el apetito, la pérdida parcial del sentido del gusto y las intolerancias.
“La falta de apetito es común por la falta de producción de saliva o la mala masticación. También puede ser que le agreguemos más sal o azúcar a comidas que no lo necesitan”, señaló.
En cuanto a la alimentación saludable y sus beneficios se remarcó que lo fundamental es tener una dieta variada con alimentos de todos los grupos e incorporar nutrientes que ayuden a las personas mayores a realizar sus actividades diarias y prevenir enfermedades.
Asimismo, se subrayó la importancia de la hidratación, ya que los adultos mayores tienden a evitar beber líquidos debido a que sienten saciedad rápidamente.
“Tienen que beber aunque sea sin ganas. La deshidratación es común en ellos y por eso habrá que estar atentos para evitar que suceda”, dijo.
Julieta Pasquini habló sobre qué hacer con la alimentación en caso de pérdida de piezas dentales.
“A veces, los adultos que tienen prótesis, pasan directamente a comidas procesadas o líquidas y no siempre es lo mejor o lo necesario. No hay que olvidar que los alimentos entran por los ojos. No hay que descuidar lo apetitoso”, aconsejó.
Asimismo detalló algunos cuidados esenciales como la correcta higiene de los alimentos, el uso de materia prima de calidad y la cocción adecuada de comidas que además tengan una textura fácil de digerir.
Por último resaltó que en caso de deficiencia de alguna vitamina se debe hacer una consulta inmediata con un profesional y subrayó que la automedicación nunca debe ser una opción.
Además, instó a que acompañemos a nuestros adultos mayores en la hora de las comidas.
“No es lo mismo que estén solos, a que una persona esté a su lado, atenta a sus necesidades”, dijo.
“No hay que olvidar que la vejez es un proceso fisiológico normal. No es patológico. Sin embargo, no debemos descuidar a las personas mayores”, concluyó.
Por su parte, la Licenciada en kinesiología Mónica Arancibi se refirió a la importancia del cuidado de los huesos en las personas mayores y su deterioro con el tiempo.
También habló sobre los estereotipos que existen por las apariencias fisiológicas que caracterizan a los adultos mayores y que, en muchas ocasiones, los dejan afuera de actividades por la creencia de que no puede realizar cualquier acción por el simple hecho de que son personas “viejas”.
“El día que se dejen de lado los estereotipos va a cambiar nuestra forma de ver y cuidar a los mayores”, sostuvo.
“Hay que defender, respetar, promocionar y enseñar los derechos de las personas mayores”, agregó.
La capacitación dejó valiosos aprendizajes a su audiencia como la importancia de no olvidar que cuidar a quienes nos cuidaron es un acto de amor y responsabilidad y que es vital proporcionarles el apoyo necesario para que vivan con dignidad y alegría.
Al fin y a cabo, la vejez no es un final, sino una nueva oportunidad para disfrutar de la vida en compañía y con el respeto que cada persona merece.