Video Assistant Referee. Este es el nombre de la tecnología que en 2017 llegó al fútbol para darle «más justicia». ¿Cómo funciona? ¿Cuándo se aplica? Y lo más importante: ¿sirve? Acá, todas las respuestas.

Escrito y publicado por Martín Colantuono.

Conozcámoslo

El VAR es un sistema de asistencia a los árbitros para poder dirigir los partidos de la mejor manera posible. Consta de una gran cantidad de cámaras exclusivas para los asistentes que se encuentran rodeados de pantallas en la famosa «Sala VAR».

Como vemos, hay muchas personas mirando el encuentro desde múltiples ángulos. Todos, por supuesto, son árbitros. Y cada uno cumple un rol específico:

  • VAR: el árbitro VAR es el que se comunica con el principal, que está en la cancha. Tiene a su disposición dos monitores: en uno observa la cámara principal de la transmisión, y en el otro chequea las repeticiones y las cámaras lentas. Además, es el líder del equipo en la sala.
  • AVAR1: los asistentes que tengan este rol están constantemente observando la cámara principal de la transmisión y pueden comunicarle al árbitro VAR los incidentes que ocurran en el encuentro.
  • AVAR2: los AVAR2 están ubicados en las estaciones del offside. Su principal misión es chequear los posibles fueras de juego en las jugadas más importantes del partido.
  • AVAR3: estos se enfocan en la transmisión principal del partido, asisten al árbitro VAR y se aseguran de la buena comunicación entre los miembros del grupo.

A ponerlo en práctica

Ya vimos qué es el VAR y cómo se conforma el grupo en la sala. Ahora toca hablar de cómo funciona y cuándo se aplica.

Hay cuatro situaciones en las que puede intervenir la tecnología: goles, penales, tarjetas rojas y confusión de identidad. Vamos a repasarlas en detalle.

Video oficial de FIFA explicando cómo funciona el Video Assistant Referee.

El VAR puede intervenir para anular (o finalmente convalidar) un gol. Obviamente, no actúa en todos los tantos que se marcan, solo lo hace en los más polémicos. Cuando la pelota cruza la línea de meta, el juego se detiene, por lo que la rápida revisión de la jugada no interrumpe el desarrollo del partido.

Con respecto a los penales, los árbitros en la sala pueden observar y definir si el colegiado principal (el que está dirigiendo en la cancha) tomó la decisión correcta o no. Si efectivamente es penal, el juego continúa con su ejecución. Si no hubo infracción, se cobra lo que corresponda y se reanuda el juego.

El Video Assistant Referee puede revisar posibles jugadas de expulsión. Cuando la infracción es grave y el árbitro principal solo amonesta al jugador que la provocó, desde la sala los asistentes pueden corregir al principal y comunicarle que la tarjeta roja es la más apropiada.

Por último tenemos la confusión de identidad. Este ítem está bastante claro: el VAR entra en juego cuando el árbitro principal sanciona al jugador equivocado.


Cuándo ir a ver y cuándo no

Dejemos la Sala VAR por un momento y vayamos al estadio, donde se está jugando el partido. El árbitro principal cuenta con una pantalla de revisión en las afueras del campo de juego donde puede ir a ver las repeticiones de la jugada en cuestión. Esto, por supuesto, interrumpe el desarrollo del juego, ya que el colegiado necesita tiempo para ver la jugada y tomar una decisión.

Es por esto que, en el reglamento del VAR, están detalladas y enumeradas las situaciones en las que el árbitro principal debe ir al Área de Revisión (así se llama el lugar donde está la pantalla en el estadio) para tomar la decisión final. La FIFA denomina esto como «revisión en campo de juego».

La revisión en campo de juego es recomendada para estas jugadas:

  • Una supuesta falta del atacante en una jugada que terminó en gol;
  • Un supuesto offside de interferencia (cuando el jugador participa indirectamente del ataque) en una jugada que termina con anotación;
  • Un supuesto penal no cobrado;
  • Una falta del atacante en un supuesto penal.

Y estas son las jugadas donde es recomendable que el árbitro no vaya a mirar:

  • Una posición fuera de juego en una jugada que termina en gol;
  • Salida de la pelota del terreno de juego en una jugada que termina con gol;
  • Infracción cometida dentro o fuera del área (para penales dudosos);
  • Un offside en una jugada que terminó en penal;
  • Casos de confusión de identidades.

La pregunta del millón

Ahora que volcamos y repasamos toda la teoría, es momento de ver sus aplicaciones en la práctica y responder esta pregunta: ¿sirve el VAR?

Tomando una visión general, no hay dudas de que la tecnología, cuando se aplica bien, realmente sirve y achica de maneras increíbles el margen de error de los árbitros en los partidos (que de todas maneras se convirtieron en parte del folclore de este deporte).

Ahora bien, dejemos las visiones generales y pongamos a todos los factores externos a jugar. El reglamento del fútbol se realizó pesando en que los árbitros encargados de dirigir los partidos serían seres humanos. Y así era. Pero cuando llegó el VAR el reglamento no se actualizó, sino que se aplicó tal cual. Y acá es donde nos topamos con los problemas (y muy importantes).

Vamos a poner un ejemplo práctico: sabemos qué significa que un jugador está en offside (para quienes no, va explicación rápida: un atacante no puede estar nunca entre los defensores centrales y el arquero del otro equipo, siempre tiene que ubicarse detrás de esa línea). También sabemos que al fútbol se juega con todo el cuerpo excepto con las manos. Sencillo.

En la Premier League de Inglaterra, a Patrick Bamford, delantero del Leeds United (equipo que dirige Marcelo Bielsa), le anularon un gol en la derrota de su equipo contra el Crystal Palace (fue 4-1) por tener ¡el brazo! en offside. Todo su cuerpo estaba en una posición lícita excepto su brazo, ya que estaba pidiendo el pase de su compañero. Desde el VAR revisaron la jugada y terminaron anulando el gol.

Tweet del dueño del Leeds United, Andrea Radizzani, donde muestra la imagen de la revisión del VAR que definió el insólito offside.

¿Dónde está el problema? Anularon un gol completamente lícito porque estaba en fuera de juego una parte del cuerpo con la que no se puede jugar este deporte. Completamente insólito.

Es cierto que trajo soluciones, pero también trajo muchos problemas. ¿Tenemos que eliminarlo entonces? No, para nada. ¿Y qué hay que hacer? Quizás sería más adecuado una actualización del reglamento, para que pueda ser aplicado en el VAR de buena manera y que no se cobren este tipo de cosas, que terminan convirtiendo a este deporte en algo que no es fútbol.