El punto de reunión era en el mercado municipal de la calle Donado, donde nos pasó a buscar un colectivo que nos trasladó a Ingeniero White, allí realizamos una recorrida por uno de los muelles y las instalaciones del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB).
El día estaba nublado, hacía frío y muy ventoso.
Cuando llegamos nos recibió Carolina Piangatelli del área de la secretaria general del CGPBB que nos dio un paseo por las diferentes partes portuarias hasta llegar al balcón del mar,anteriormente era el muelle de hierro en forma de “T”, donde pudimos observar a pocos metros un barco cerealero que estaba cargando.
Carolina nos comentaba que
«es el puerto de aguas profundas más importantes del país, con una extensión de 92km.»
Por la actividad del mismo había una pequeña bruma producida por el maíz, que daba la sensación de estar nevando, era molesto ya que dificultaba la visión, pero teníamos el privilegio de estar observando la acción que cumple un barco cerealero cuando llega al puerto.
Luego nos fuimos para las instalaciones de control marítimo del CGPBB donde subimos a la oficina de monitoreo y nos encontramos primero con Julian Araria uno de los operadores del lugar y luego cambio de turno con Martin Videla.
Nos explicaron un poco de su función, acciones de protocolo en caso de accidentes, un plan de contingencia, y también los controles que se deben tomar cuando una embarcación sale para el mar.
Pudimos mirar por las pantallas los diferentes movimientos de radar ubicados uno en nuestra ría y otro en puerto rosales. La señal de estos radares es procesada digitalmente en tiempo real y enviada al centro de operaciones.
Barcos en acción
Observamos como uno de los barcos era amarrado al muelle y otro salía en compañía de dos remolcadores, que son una embarcación utilizada para el ingreso y egreso de los mismos.
El consorcio posee una fluida comunicación con los remolcadores y los operarios de los buques quienes son los encargados de tomar el control hasta ser amarrado, nos contaba Martin.
El desarrollo de actividad en los muelles de la ría, depende de la subida y bajada de marea que se produce cada seis horas obteniendo un período de 12 hs para la movilización de los mismos, en el cual no son solo cerealeros, sino que también de aceite, fertilizante, combustible y contenedore, tanto exportación como importación.
El 1 de septiembre de 1993 la provincia de Buenos Aires transfirió a manos del CGPBB la administración de la estación marítima bahiense, convirtiéndose en el primer puerto autónomo de la Argentina.