Los alumnos de periodismo pisaron La Bombonera
Los estudiantes del Instituto Superior en Ciencias de la Comunicación Social tuvieron la oportunidad de pisar las instalaciones del mítico estadio perteneciente al Club Atlético Boca Juniors.
Reconocido por los diversos medios del Mundo, admirado por propios y ajenos, atracción turística de todo un país, el Alberto J. Armando es uno de los estadios más emblemáticos del futbol mundial, catalogado por la revista inglesa Four-Four-Two como la mejor cancha del planeta.
Inaugurada el 25 de mayo de 1940 y con una capacidad total para albergar a 49.000 espectadores, La Bombonera ya le quedó chica a Boca, y es por eso que está en marcha el proyecto de compra de las manzanas linderas para poder agrandar la capacidad de dicho escenario.
En La Bombonera, Boca ha conseguido victorias históricas, títulos internacionales, y con el paso del tiempo se fue agigantando la popular versión de la gente que asegura que «La Bombonera se mueve» cuando el Xeneize sale a la cancha para afrontar un nuevo cotejo deportivo.
La visita
La presencia de los chicos en este templo del fútbol mundial, implicó una recorrida por el Museo de la Pasión Boquense, donde hay gigantografías de jugadores del plantel actual del elenco azul y oro, trofeos nacionales e internacionales conseguidos a lo largo de su historia, las diferentes camisetas que utilizó desde su fundación hasta el día de hoy, y hasta un escenario 360°, donde se vive, de manera ficticia el debut propio en el estadio de Boca Juniors.
Como si esto fuera poco, también pudieron pisar los escalones del estadio en la primera bandeja de la Popular Sur, frente a «La 12», gozando de una vista privilegiada al verde césped y al resto de las gradas de este coliseo.
Muchos de los que no conocían el campo, aseguraron que «se me llenaron los ojos de lágrimas», lo que demuestra una pasión incalculable para con una historia repleta de estrellas, en uno de los clubes más grandes del continente y del mundo.
Y como dice la letra de una bella canción, «el corazón tiene razones que la propia razón nunca entenderá».
Kevin Di Donato.