Por: Clara Fernández Herrerías 
 
Muchas veces me imaginé estar en un lugar dónde varias mujeres nos encontramos participando de una actividad; somos todas mujeres, juntas, escuchando con atención. La oradora, que se encuentra dando su discurso advierte la presencia de un hombre que se acerca a participar… ya no es válido decir “chicas”, llegó él. Si sigue hablando a las mujeres, este hombre en cuestión, no se va a sentir incluido, es obvio.
 

 
¿A qué voy con esto? Hace falta un solo hombre, para tener que cambiar el lenguaje. Pero si es al revés, es decir, que el grupo de mujeres pasa a ser un grupo de hombres, y que quien se acerca es una chica… esa mujer sí está “incluida” en un: “chicos”, un “nosotros”, es obvio… es obvio?
 
Cuando pienso en los medios, y en el abordaje que hacen sobre la inclusión… no puedo dejar de recordar títulos cargados de misoginia (de odio hacia la mujer). “El trío de las gorditas roza el milagro olímpico” así se refería un diario internacional, a Guendalina Sartori, Lucilla Boari y Claudia Mandia, el equipo de tiradoras que participó en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
 
Lamentablemente hay más, “Familiares y periodistas exigen justicia para el fotógrafo Rubén espinosa y para las cuatro mujeres que perdieron la vida” expresa la bajada de un diario español. Nadia, Alejandra, Yesenia y Mile también tienen nombres.
 
“El escote de María le cuesta dos meses de empleo y sueldo a un profesor” otro titular que expone a una mujer, y no cuestiona al profesor que acosó a una estudiante y por eso debe enfrentar las consecuencias.
 
La semana pasada, en Coronel Pringles hubo un femicidio. A Florencia Rueda la asesinó su ex pareja a puñaladas delante de su hijo de 4 y  su hija de 11 años. Un medio bahiense tituló así: “Los cuatro hombres de Florencia”, en la nota hacían referencia a la violencia recibida por la joven de dos ex parejas y uno de sus hermanos, también mencionaban a su último novio. Los comentarios negativos de las personas hacia el titular, hicieron que rápidamente el medio lo cambie, esta vez pusieron: “Femicidio en Pringles: el infierno de Florencia”. El descargo de la redacción fue “Decidimos cambiar el título por si alguien se sintió ofedido, aunque en ninguna línea de la nota ofendemos a Florencia ni a su familia”.
 
Muchos/as están en contra de las feministas, del lenguaje inclusivo, de los hombres no machistas, de todo lo que cuestione el estatus quo. A mí, particularmente, me pasan cosas cuando tengo que estar escribiendo sobre este tema. Me indigno, me aburro, me enojo… pero veo que sigue siendo necesario, porque como sabe cualquier persona, a veces lo más difícil de ver es justamente lo evidente.
 
El lenguaje no inclusivo, el lenguaje machista, puede parecerte inofensivo pero guarda en su interior una clara invisibilización de lo femenino, de nosotras.
Si querés que las cosas cambien, si sentís esa necesidad… ¡no lo dudes! Incorporemos la perspectiva de género en el uso del lenguaje. Seamos inclusivas, seamos inclusivos. Te juro que ¡vale el esfuerzo!
  
*Cambalache: programa radial semanal que difunde la cultura local y entrevista a sus protagonistas. JUEVES, 20 hs por FM De la Calle, 87.9.