
El 3 de junio de 2015 nace “Ni una menos” como una expresión masiva destinada a visibilizar la violencia por motivos de género. Año tras año la fecha promueve la necesidad de seguir trabajando en contra de las distintas expresiones y modalidades de la violencia de género.

Una vez más, las calles de todo el país se llenan de mujeres, diversidades y aliados alzando un grito que se repite hace años: “Ni Una Menos”.
La consigna que nació tras el femicidio de Chiara Páez no pierde vigencia. Por el contrario, suma fuerza frente a la persistencia de una realidad alarmante: las violencias por razones de género siguen dejando vidas desatendidas por un sistema que, para muchas, aún no responde con la urgencia que requiere.
“Queremos que se valore a la mujer y que se haga justicia ante las denuncias. Que no lleguen a matarnos”, sostiene Lucía.
Señala que la demanda es clara: basta de indiferencia. Basta de impunidad.
El 3J se convirtió en una fecha de memoria activa. Un día en el que se recuerda a quienes ya no están, a las que fueron asesinadas por decisión de otros, y también a quienes hoy siguen sufriendo violencias cotidianas, muchas veces invisibilizadas.
Es un día de repudio y también de propuesta: de exigir políticas públicas efectivas, acompañamiento real y una transformación cultural.
“Se busca visibilizar la falta de responsabilidad que se toma frente a estos casos, y lo poco que las mujeres somos cuidadas”, agrega Justina.
Apunta a un cambio estructural. A un Estado presente, a una justicia con perspectiva de género, a una sociedad que comprenda, acompañe y proteja.
Decir “Ni Una Menos” no es solo denunciar, es también construir.
“Creo que, como todo, la lucha es política. Hay formas de hacer política con las que coincido y otras con las que no. Pero la esencia de ‘Ni Una Menos’ busca frenar los asesinatos por el simple hecho de ser mujeres, y creo que es algo con lo que todos deberíamos estar de acuerdo”, afirma.

El pensamiento de Justina representacuestiones importantes sobre el movimiento: que toda lucha es política y que hay diferentes formas de abordarla, no todas de nuestro agrado. Sin embargo, más allá de esas diferencias, el objetivo esencial es frenar los femicidios, los asesinatos de mujeres por el simple hecho de serlo.
Ese es un punto en el que, sin importar nuestras visiones políticas, todos deberíamos estar de acuerdo, ya que se trata de proteger la vida y la seguridad. Es un llamado a la unidad por una causa fundamentalmente humana.
Justicia para las víctimas y sus familias. Igualdad social y perspectiva de género. Fin de la violencia. Castigo para los victimarios. Búsqueda de leyes que prevengan, protejan y acompañen.
Mientras sigan muriendo mujeres por el solo hecho de serlo, el grito seguirá resonando. Hasta que ser mujer no implique un riesgo. Hasta que vivir no sea un privilegio. Hasta que, de verdad, no falte “NI UNA MENOS”.
Por: Ramiro Albarracín, Facundo Juárez, Máximo Leoz, Felipe Nougues y Mateo Rodríguez.
Fotos: Gentileza La Nueva.