En Periodismo, Sonia Budassi convierte la profesión en materia literaria. A través de cuatro relatos, la autora bahiense nos invita a mirar el periodismo no como vocación ni como un servicio público, sino como un ecosistema en crisis.

La manera en la que Sonia cuenta cada crónica es totalmente distinta una de la otra, y eso es lo te atrapa porque no sabes con que te vas a encontrar. Utiliza un vocabulario simple y coloquial a lo largo de todo el libro lo que garantiza una fácil comprensión, a excepción del final del tercer capítulo, que es un poco confuso y, quizás, requiera de más de una lectura (y si es en voz alta mejor, más diversión).

Al ser la misma autora la protagonista de la historia, genera una especie de empatía después de leer todo lo que vivió en esos 10 años.

“Nada para hacer” es el título de la primera parte de esta historia. Nuestra protagonista, una inteligente y decidida estudiante de Comunicación, ingresa en el mundo de los medios gracias a una “oportunidad”, o al menos eso parecía, una pasantía paga en un canal importante, junto a periodistas importantes. Pero la soledad, el agotamiento, los malos tratos y el “nido de víboras” con el que trabajaba la llevaron a cuestionarse, ¿Esto es lo que realmente me gusta? Su apodo “la esclavita” responde a esa pregunta y expone la forma de ver al trabajo.

Resistencia, eso es lo que caracteriza a este capítulo. En “La medida” utiliza subtítulos para ubicarnos temporalmente en lo que ella y sus compañeros estaban tramando/haciendo. En este capítulo, Sonia ya no está tan sola sino que las ganas de querer conseguir algo mejor para todos, la unió con los suyos; una lucha colectiva. Considero que es uno de los capítulos más realistas y “revolucionarios”, y, a su vez, uno de los más fuertes ya que expone una “denuncia pública”.

“Sí, quiero”, es la más rara pero mejor tercera parte de esta historia. El arduo y minucioso trabajo espía que realiza por querer alcanzar a su “objetivo”, resaltan el lado más literario y ficcional de Sonia, pero también el más obsesivo, si así se le puede llamar. La claridad con la que se expresa y la facilidad con la que su cabeza vuela, hacen que este relato se vuelva entretenido y gracioso (y de mis favoritos). Esta crónica, por ejemplo, está divida en puntos, está enumerada.

En los 89 items que desarrolla en “Los que se fueron antes que yo”, se nota como Sonia vuelve a sentirse sola, vacía, perdida; “el periodismo llegó a importarme nada” estas fueron sus palabras. Después de muchos años de trabajo en un mismo ambiente (y qué ambiente), la protagonista se va. Claramente esta decisión fue muy favorecedora para ella ya que comienza a ver todo de otra forma, a apreciar detalles mínimos, pero a su vez desalentadora, porque no sabía qué haría después, y un poco preocupante por la forma en la que se manejaban los nuevos periodistas en los medios. Ahora es “libre y feliz”, hasta que vuelva a caer en manos de otra redacción y todo se vuelva a repetir.

Con esta crónica se cierra la historia y una etapa en la vida de la autora.
La forma irónica y realista que tiene Sonia para narrar hace que no dejes de leer. Su manera de expresarse, de comunicar, de detallar cada situación y sentimiento, te cautivan. No solo eso, sino que también te hace reflexionar; a nosotros, periodistas (estudiantes, en realidad), nos hace pensar si realmente elegimos bien o si todavía estamos a tiempo de escapar y seguir otra cosa.

Sonia consigue dar a conocer las dificultades de una persona en su primer gran trabajo, en como es ignorada y minimizada por ser nueva, y que los tratos que vienen con ello “te sirven para foguearte”; en lo fuerte que uno tiene que ser para seguir a pesar de la soledad y la injusticia; en lo preparado que uno tiene que estar, para todo. Describe a la perfección la odisea de la profesión, y no solo de la nuestra, sino de todas por igual.

Referencias bibliográficas:
Título: Periodismo
Autora: Sonia Budassi
Editorial: 17grises
Año: 2010
Número de páginas: 152

Agostina Rocha