
Por Sofía Goñi
Después de tanto que sí, que no por parte de los medios de comunicación y parte del equipo Alpine, finalmente ¡ES OFICIAL! Franco se sube al A525 del equipo francés motorizado por Renault que, el 9 de enero del corriente año lo habría confirmado como piloto de reserva para este mismo, mientras le daban la oportunidad de correr seis grandes premios a Jack Doohan, el hijo de la leyenda australiana del motociclismo mundial; Mick Doohan.

Si miraste alguna de las seis carreras que se disputaron hasta el momento; Australia, China, Japón, Bahréin, Arabia Saudita o Miami, habrás notado el bajo rendimiento que ha tenido Jack Doohan con el A525 durante todas estas carreras, como también los estragos que causó en este mismo en el Gran Premio de Japón cuando quiso probar encarar una curva rápida con el DRS abierto durante la segunda práctica libre, algo que alega haber probado en el simulador y que funcionó. Llevar la teoría a la práctica a veces es difícil y más con el auto que tiene Alpine, que no es uno de los mejores de la parrilla. Actualmente, tras el GP de Miami, Alpine se ubica noveno en el Campeonato de Constructores con apenas 7 puntos, todos conseguidos por el piloto principal, Pierre Gasly. Seis de ellos llegaron en Bahréin, gracias a una séptima posición, y el restante en Miami con un décimo puesto.
2024 fue un año de sorpresas para los argentinos, los últimos días de agosto se confirmaba la baja de Logan Sargeant y la decisión de Williams estaba entre Mick Schumacher, Zak O’Sullivan y Franco Colapinto, pero estas habían empezado mucho antes de la gota que finalmente rebalsó el vaso para Williams; el accidente de Logan en la práctica libre 3 de Zandvoort con destrucción total del monoplaza que no le permitiría ser parte de la clasificación. De los tres candidatos, Franco fue el que ganó la pulseada en ese entonces y por fin, después de 23 años, teníamos nuevamente un representante en la máxima categoría del automovilismo mundial, después de Gastón Mazzacane.
Durante su paso por Williams, Franco disputó un total de nueve Grandes Premios, comenzando con su debut en Monza y cerrando el año en Abu Dhabi. A lo largo de estas competencias, demostró solidez, inteligencia y una rápida adaptación a la categoría. Si bien el monoplaza no era competitivo, logró destacarse en varias ocasiones, especialmente en Las Vegas, donde finalizó décimo y consiguió su primer punto en Fórmula 1. Además, fue muy elogiado dentro del equipo por su capacidad de comunicación con los ingenieros y por los aportes técnicos que brindó para el desarrollo del FW46, mostrando un entendimiento del auto poco habitual en un debutante. Su consistencia, manejo limpio y madurez sorprendieron tanto a los fanáticos como al paddock, convirtiéndose en una de las revelaciones de la temporada y abriendo la puerta para nuevas oportunidades en 2025.
Todo el paddock lo quería después de que terminó la temporada, incluso RedBull lo quería, lo que habla muy bien de las habilidades y talento de Franco, pero el tío Flavio (Flavio Briatore) fue más rápido asegurándose de tenerlo para Alpine, y es por eso que después de meses esperando, finalmente Franco vuelve a la máxima categoría del automovilismo mundial.