En 2027 se abrirá una cápsula con elementos que fue colocada en 1927 por los colonos Alemanes del Volga que se asentaron en ese lugar.

La llegada de inmigrantes al país es un hecho histórico y que marca las raíces de gran parte de Argentina y Coronel Suárez no es la excepción.

Miles de Alemanes llegaron entre 1919 y 1932, construyendo con esfuerzos sus asentamientos; este es el caso de la colonia San José, la segunda de las tres que existen (la primera Santa Trinidad y la tercera Santa María).

Según cuenta la historia, transcurría 1888 y la profunda fe religiosa de los pobladores reclamaba un lugar de acogida para rendir culto a su creador, entonces, gracias a unos terrenos donados por la compañía La Curamalan, comenzó a construirse la primera capilla en la Colonia 2.

Pero no fue hasta 1927 que el gran templo bajo el patrocinio de San José Obrero, diseñada por el Juan Beckert y construida bajo la dirección del párroco Juan Shcarle, terminó de construirse, midiendo 53 metros de largo y 20 de ancho.

Dos torres se colocaron a una altura de 49 metros, en cuya cúspide grandes cruces parecen acariciar el cielo.

Al pie de una de ellas se encuentra tallado el año y el lugar donde fue colocada la piedra fundamental de este templo.

Al mismo tiempo que terminó su construcción fue colocada una cápsula del tiempo en la parte del frente inferior de la parroquia.

¿Quiénes colocaron esa caja?

La idea fue encabezada por los mismos constructores de la obra, que era gente del pueblo, familiares de los fundadores de la Colonia, obreros, granjeros, maestros, comerciantes, etc.

En ese entonces existía una sola escuela, que hoy en día es la Número 2 ; en la que daba clase el mismo párroco del pueblo.

El establecimiento contaba con dos aulas y solo enseñaban hombres para alumnos varones. No hay un dato exacto de cuántas personas concurrían.

Si bien la mayoría de los objetos fueron colocados por hombres, se especula que también algunas mujeres aportaron los suyos, la mayoría, esposas amas de casa de los alemanes.

Es un misterio lo que pueden llegar a encontrar los descendientes dentro de 5 años en esa capsula; los vecinos del lugar y Ana, encargada de la parroquia, tienen distintas hipótesis sobre las cosas que van descubrir.

Algunos consideran que hallarán objetos de la época, herramientas, vestimenta y antigüedades. También esperan elementos de valor como alhajas de las damas, relojes, oro, y por ultimo dibujos o cartas de aquellos niños de la escuela.

De todas maneras no hay una verdad absoluta o exacta de lo que puede haber en la cápsula. Ese es un misterio que sigue siendo parte de la comunidad Volga y que tendrá respuesta en apenas 5 años.

Autor: Salotti