Recorriendo Punta Alta, descubrimos mitos que giran en torno a la historia de uno de sus cementerios.
En un recorrido por la ciudad de Punta Alta, a escasos kilómetros de Bahía Blanca, tuvimos la oportunidad de conocer más a fondo su historia, que está rodeada de mitos y leyendas urbanas, que fueron pasando de generación en generación.
Una de las historias que pudimos conocer, es la del cementerio de Colina Doble, se encuentra en la ruta que intersecciona con Villa Del Mar, y fue creado en el año 1900 por el ingeniero Luigi Luiggi, simultáneamente con la base naval.
La Base Naval puerto Belgrano fue creada a partir de 1896, y el desarrollo de la monumental obra de ingeniería produjo una explosión demográfica en una región escasamente poblada. En los censos municipales de la ciudad en 1906 ya eran 7.500 los pobladores. Dicha cantidad merecía un cementerio cuya construcción estuvo prevista en el plan de Luiggi. Para ello eligió una zona que en ese momento se encontraba alejada del núcleo de población y que quedaba en el límite del territorio asignado a la base naval.
Mito 1: La Epidemia
Con respecto a esta versión se sabe por registros históricos que en la zona hubo dos episodios de viruela. Dicha enfermedad era muy temida por su capacidad de contagio, pero sobre todo porque a lo largo de la historia fue la causante de la mayor cantidad de muertes humanas.
En Punta Alta la primera aparición de la viruela se dio en 1905 y la contrajeron dos familias procedentes del Brasil, las mismas fueron aisladas y lograron sobrevivir. Años después en febrero de 1936 la enfermedad volvió a presentarse en el pueblo esta vez atacando a un número mayor de personas, sobre un total de veinticinco infectados, fallecieron cuatro. Como se ve la cantidad de muertes provocadas en ambas ocasiones no se condice con la cantidad de exhumaciones NN que a simple vista contiene el cementerio.
Mito 2: El Naufragio
En relación al naufragio la leyenda está abonada por la aparición de dos tumbas iguales con inscripciones en alemán. La consulta de las actas sobre defunciones nos informan que el día 8 de mayo de 1916 el capitán del buque Patagonia declaró el fallecimiento de Teodoro Rodolfo Walter, médico del citado vapor, producto de un accidente, unos meses después se produce el fallecimiento del capitán del Patagonia, producto del tétano. El Patagonia era un barco alemán que quedó inmovilizado en el puerto debido al comienzo de la primera guerra mundial en 1914, luego fue cedido a Gran Bretaña como reparación de guerra y terminó sus días en las costas chilenas donde encalló en 1933.
Mito 3: La Vacuna
Con respecto a al vacuna fallida se puede contar que en febrero de 1923, en el periódico local Nueva Época comenzó a circular la información, a pesar del silencio de las autoridades navales, que a 294 conscriptos de la clase 1902 se le habría aplicado una inyección preventiva contra el sarampión.
El doctor Riberolle, médico militar le habría inyectado un suero preparado por él a base de sangre de otros infectados con el agregado de otras sustancias no determinadas, comprobando sus efectos de lamentables consecuencias 48 horas después, registrando los soldados temperaturas de 40 grados producto de una infección generalizada. En la enfermería dicho doctor alcanzó a operar a 84 pacientes, de los cuales se tiene registro oficial de 14 fallecidos, aquí la memoria popular tomó un hecho real y lo magnificó para justificar la cantidad de cruces sin identificar que guarda el silencioso cementerio de la Colina Doble.